Historias Contadas

"Las noticias internacionales, no venden". Esta es una frase que se escucha a menudo en los pasillo de los medios de comunicación, una frase que personalmente he escuchado demasiadas veces y que, sin embargo, no deja de sorprenderme. Y me sorprende porque muchas veces las mejores historias que leo en una semana tienen que ver con temas internacionales, reportajes a fondo sobre realidades tan distintas a la mía y a la de mi país que apenas logro imaginarlas o entenderlas. Eso es, hasta que leo algún buen reportaje que me explica desde el origen y con historias casi imposible de dejar de leer, qué paso en Somalia, qué comen en India, o cómo vive un agricultor chino en estos tiempos. Gracias a reportajes de ese tipo, de los buenos, logré entender de qué se trataba aquella sangrienta guerra de los Balcanes, que no había logrado comprender luego de meses de intentar hacerlo leyendo noticias perdidas, mirando reportes segmentados en la tele. O comprendí al fin las diferencias y similitudes -y el odio ancestral- que separan y unen a chíitas de sunitas.